Durante la vida de un docente hay veces que te diriges a tu escuela sin motivación ni energía.
Sientes que necesitas dar un paso adelante. Necesitas que algo en tu entorno cambie pronto.
Sientes que es algo que está dentro de ti. Necesitas que algo en tu interior cambie pronto.

Para empezar despacito, a ritmo caracol, ayuda volver a descubrir cuáles son tus virtudes, tus defectos, reconocer de nuevo tus fortalezas y logros, reconocer tus debilidades y aprender a madurar con ellas y transformarlas.
Busca la manera que más te guste para llegar hasta ello.

Que sepas que ya hay un camino corto y seguro: Nutrir tu perfil profesional y enriquecer tu acción pedagógica.

He recogido un listado de señales que ayudan a saber si estás necesitando tomar la iniciativa para sentirte más segura, confiada y satisfecha en tu trabajo educativo actual:

1. Vas a tu escuela de manera autómata y vuelves a casa como si nada.
¿piensas que tu labor con la infancia ya no se adapte a tu estilo de vida o de pensamiento?
Quizá creas que no te gusta ir a trabajar. E incluso se te haya pasado por la cabeza que no lo haces bien y que nada cambiará en ti y en lo que te rodea. Un coach pedagógico te hace sentirte seguro con tu labor y te enseña a identificar qué recursos necesitas para avanzar.

2. Tienes materiales, recursos y libros sin abrir o que sólo has utilizado una vez.
A veces decidimos por impulso y compramos lo que vemos en Internet o lo que nos cuentan que es novedad educativa. Pero luego nos damos cuenta de que realmente no es acorde con la metodología que tenemos en nuestro aula. La idea es conseguir que optimices todo el dinero que gastas en materiales y recursos eficaces y que luego les des salida en tu acción pedagógica.

3. No sabes con que metodología te identificas.
Sabes que hay algo que falla. No sabes qué es, pero lo ves cuando en tu clase las cosas no te salen como tu quisieras. Seguramente sea porque el ambiente de tu aula no va acorde con tu manera de acompañar y eso hace que no te sientas satisfecha ni confiada. Entonces tu autoestima se resiente y te conformas con utilizar siempre las mismas herramientas que sabes que se te dan bien. ¿Qué te parece refrescar tus recursos para ayudarte a sacar lo mejor de ti?

4. No logras definir tu ideología pedagógica.
Hay personas que llegan a las escuelas con esto muy claro y lo exponen de maravilla. Pero no te preocupes si no eres ahora una de ellas, se necesita tiempo, investigar un poco, estudiar todas las variantes educativas, para poder ir definiendo tu estilo. También hablando con otros docentes conocerás otras experiencias y te irás sintiendo más acorde y en armonía entre quién eres y la imagen que proyectas en tu centro escolar.

5. Crees que no actúas correctamente en algunas ocasiones.
Es importantísimo ser consciente de cómo queremos actuar en nuestra vida cotidiana escolar. Para sentirnos confiadas y para que los alumnos/as reciban lo que queremos dar. Cuando intervenimos en la relación con los niños/as ¿Qué queremos destacar? ¿Queremos pasar desapercibidas? Dependiendo de cada situación, la respuesta cambiará, así que cuánto mejor te conozcas a ti, mejor actuarás.

6. No confías en lo que haces.
Tienes dudas de lo que proyectas en tu aula. Y eso acaba afectándote en tu relación con los compañeros de equipo y tus alumnos/as. Estudiar lo que más te interesa te mostrará todo lo bueno que hay en ti y te ayudará a sentirte mejor.

7. Quieres cambiar.
Lo tienes claro pero no sabes por dónde empezar. Con la ayuda de tu asesor educativo y buenas lecturas o formaciones que te gusten llegarás al punto que necesites para transmitir todo lo que vales y lo que deseas avanzar en tu perfil profesional y personal.

¿Te sienes identificada con alguno de estos puntos?
Escucha dentro de ti
Observa tu aula
Detecta lo que no funciona
Anota lo que quieres modificar
Busca recursos formativos y apoyo de un buen coach pedagógico

¡Atrévete a sentirte empoderada como docente!
Tu labor vale mucho y deseo que te sientas valiente y capaz en tu día a día en la escuela.